Para muchos, “Mad Max: Furia en el Camino” (Mad Max: Fury Road, 2015) redefinió el cine de acción y se convirtió en una de las mejores películas de todos los tiempos. 35 años después del estreno de “Mad Max” (1979), George Miller decidió expandir su propio universo y volver al terrero post-apocalíptico con una historia que mantiene la esencia original, pero entiende el contexto que le toca transitar en pleno siglo XXI.
Casi 380 millones de dólares en recaudación mundial y seis Oscars después, la secuela era inevitable… y ansiada, tanto por la crítica como el público. Los planes del director y guionista australiano estaban bien encaminados -en un principio, Tom Hardy se había comprometido para protagonizar tres películas más de la saga- y se anticipaba la continuación de la mano de “Mad Max: The Wasteland”. Pero los conflictos financieros entre Miller y el estudio pusieron el futuro de la franquicia en espera y reacomodaron el proyecto.
En octubre del año pasado, finalmente, se confirmó que “Furiosa” estaba en desarrollo. Esta vez, una precuela centrada en una joven Imperator Furiosa interpretada por ‘nuestra’ Anya Taylor-Joy, dejando de lado el regreso de Charlize Theron. Chris Hemsworth y Yahya Abdul-Mateen II (“Aquaman”) también serán de la partida, pero tendremos que esperar un poco más, ya que el estreno volvió a retrasarse para mayo de 2024.
