“La Historia Sin Fin” (The NeverEnding Story, 1984) es uno de esos clásicos indiscutidos de la fantasía (oscura) ochentosa, dirigido por el recientemente fallecido Wolfgang Petersen y basado en la novela homónima de Michael Ende. En un escenario televisivo donde el género está haciendo estragos con proyectos como “The Sandman”, “The Rings of Power” y “House of the Dragon”, las aventuras de Bastian y Atreyu podrían convertirse en la próxima propiedad intelectual que aterrice en alguna plataforma de streaming.
Es más, varios son los estudios y compañías que hoy se disputan los derechos del autor alemán, con ofertas millonarias y muchas ganas de transportarnos, una vez más, al reino de Fantasia donde el destino de dos jovencitos queda entrelazado a través de las páginas de un antiguo y misterioso libro de leyendas que narra las peripecias de esta tierra mítica que cayó en desgracia y necesita urgentemente de un héroe que la salve de la destrucción total.
Tras el lanzamiento del libro en 1979, el relato de Ende se paseó por la pantalla grande, una serie animada, videojuegos, obras de teatro y spin offs literarios, convirtiéndose en un verdadero fenómeno de la cultura pop que renace de vez en cuando, gracias a ‘homenajes’ como “Stranger Things”.
La película original fue todo un éxito de taquilla a nivel mundial y ahora busca repetir el suceso, pero el complicado trasfondo legal sobre los derechos del material siguen frustrando los planes para cualquier tipo de reboot. El panorama actual y las infinitas posibilidades del on demand parecen haber despertado las ganas de los herederos para negociar y darles una nueva chance a estos queridísimos personajes.
